El siguiente paso para Toyota tenía que ser desarrollar una cultura automovilística y el lugar ideal para hacerlo era en las competiciones domésticas. De esta forma, los modelos de Toyota comenzaron a aparecer por los circuitos nipones y su rendimiento empezó a construir la buena fama en lugares legendarios como Fuji y Suzuka, además de crear la leyenda del 2000 GT, primer ganador de los 1.000 km de Suzuka.
Toyota 7, con hambre de victorias
Con el tiempo y como respuesta a los esfuerzos competitivos de otras marcas, se creó el Toyota 7, una máquina espectacular encuadrada dentro de la categoría del Grupo 7 que participaría en el Gran Premio de Japón.
El Toyota 7 fue desarrollado por Jiro Kawano, el mismo hombre detrás del 2000 GT que tanto éxito comercial y competitivo había alcanzado. En los circuitos este último había destacado en el Gran Premio de Japón en Fuji, una competición que por entonces no permitía la presencia de monoplazas, pero no fue hasta la llegada del ‘7’, que todo cambió.
