2000gt - Historia de los deportivos Toyota

Famoso por su destacado papel junto a Sean Connery en la película de James Bond "Sólo se vive dos veces" (1967), el Toyota 2000GT saltó a la palestra mundial ese mismo año, y al hacerlo dejó bien claro que Toyota estaba dispuesta a rivalizar con lo que los mejores deportivos europeos pudieran ofrecer.
El primer supercoche japonés

El concepto de un nuevo modelo Toyota Gran Turismo surgió poco después del Gran Premio de Japón de 1964. Se hizo realidad en colaboración con Yamaha Motor Co., bajo la supervisión del responsable del proyecto, Shoichi Saito. Sus indicaciones fueron simples: “debemos hacer lo que sea necesario no solo para producir el 2000GT, sino para convertirlo en uno de los mejores vehículos del mundo, si no el mejor.” Un año después, la visión de Saito se materializó, con la presentación del prototipo ‘280 A1’ en el Salón del Automóvil de Tokio de 1965.

Con sus líneas curvadas de “botella de Coca-Cola” y sus grandes faros cubiertos de plexiglás, el 2000GT sigue siendo reconocible al instante más de medio siglo después. El largo y extenso capó no solo aloja un motor de primera clase, sino también unos faros elevables que permanecen a ras de la carrocería cuando no se utilizan, para mejorar la aerodinámica.

Es evidente que el GT fue diseñado pensando en el conductor. El habitáculo, pequeño pero con una distribución perfecta y un diseño centrado en el conductor, que en su punto más alto levanta 116 cm del suelo, se sitúa expresamente más atrás, lo que da lugar a unas proporciones perfectas y a una presencia más elegante y audaz.

El rendimiento era de primera clase: un motor de 6 cilindros en línea, 2 litros y 150 CV (112 KW) propulsaba el 2000GT hasta una velocidad máxima de 220km/h, lo que dejó huella tanto en los libros de historia como en la escena automovilística. Entre los muchos récords de velocidad que batió, 3 marcas mundiales y 13 récords internacionales eran los más valorados, mientras el vehículo disfrutaba de un gran éxito en carreras organizadas en Estados Unidos y en Japón, particularmente en las 24 Horas de Fuji de 1967.

Al cabo de tan solo tres años, y 337 unidades, en 1970 salió de la fábrica el último 2000GT. Sin embargo, la importancia que ha tenido en la historia de Toyota se observa en cómo ha seguido influyendo en el diseño de otros coupés más recientes, como el Supra y el GT86. Sin duda, ese es el mejor homenaje.
Con un motor ajustado de 1587 cc —estrechamente relacionado con el Corolla AE86 Levin— con doble árbol de levas en cabeza y un solo punto de inyección, desarrollaba 130 CV (97 KW) DIN y ofrecía a los conductores una respuesta llena de energía. En combinación con peso muy ligero, de 1075 kg, el rendimiento era sensacional (para la época), con una aceleración de 0 a 100 km/h en menos de nueve segundos y una velocidad punta de cerca de 200 km/h.

Para asumir la mayor potencia y ofrecer a los conductores la experiencia de conducción más intensa posible, la suspensión se mejoró y se instalaron frenos ventilados en las cuatro ruedas para evitar cualquier apuro. El paragolpes delantero deportivo y el alerón trasero, los marcados faldones laterales y el prominente emblema exterior de GTi, así como los asientos deportivos reforzados y el volante de tres radios en el interior, dejaban claro a todo el mundo —por dentro y por fuera— que no se trataba de un Corolla cualquiera.