De Fórmula Nippon a Super Fórmula
En esos primeros años, la presencia de la marca era limitada ya que los propulsores provenían de coches de calle y pelear por victorias era difícil aunque los precios también eran mucho más asequibles, permitiendo que equipos pequeños y pilotos con menos recursos pudieran competir.
Aun así, la verdadera época de oro de Toyota en esta categoría no llegó hasta 2006, año en el que la marca desembarcó en la Fórmula Nippon para equipar esencialmente a la mitad de parrilla. Desde entonces, en un reparto más o menos equitativo se ha tenido a una media de 10 coches con motores Toyota que han logrado grandes éxitos a lo largo de la última década. Tanto es así que desde 2006, sólo en dos ocasiones el piloto o el equipo campeón de la Fórmula Nippon o Super Fórmula no contaba con motores Toyota.
A pesar de ello, el auténtico dominio llegó a partir de 2014, con un propulsor especialmente eficiente, fiable y potente que ganó 26 de sus primeras 33 carreras disputadas en la nueva era con el Dallara SF14 que se usa en la mayor competición de monoplazas en Japón, donde Toyota encadena cuatro títulos consecutivos. Entre los campeones de la marca hay nombres como los de Kazuki Nakajima, Yuji Kunimoto, Hiroaki Ishiura o incluso André Lotterer, que en la Super Fórmula es piloto del equipo TOM’S, una estructura casi oficial.
¿Sabías que…?
Desde 2009, los motores del Super GT y la Super Fórmula, entonces Fórmula Nippon, son el mismo modelo en las marcas participantes. De esta forma, los monoplazas Dallara que usan motor Toyota tienen el mismo propulsor que los Lexus LC500 que toman parte en la categoría GT500 del Super GT. En su día, la especificación de motor era compartida entre la Fórmula Nippon y la IRL norteamericana, con el Super GT usando motores totalmente distintos.