Contigo nada es imposible
Conoce a nuestros héroes
Con tan solo dos años, Martín fue diagnosticado con el síndrome de Proteus, una enfermedad rara que provoca un sobrecrecimiento progresivo de los huesos. Cinco años más tarde, tuvieron que amputarle el pie izquierdo debido a las complicaciones de su patología.
Aunque no pudo seguir jugando al tenis junto a su familia como lo había hecho hasta ese momento, sus ganas de volver a practicar deporte lo llevaron a probar una modalidad desconocida hasta entonces para él, el tenis en silla de ruedas. Lo que nunca imaginó en ese momento es que acabaría siendo uno de los mejores deportistas a nivel internacional en esta disciplina.
Martín ha sido el jugador más joven en participar en los Juegos Paralímpicos de Río 2016 en tenis en silla, con 17 años recién cumplidos, en los que consiguió un diploma paralímpico. También es el primer español en participar en un Roland Garros en tenis en silla. El deporte se ha convertido en su vía de escape y en su motivación para seguir avanzando y mejorando día a día. Su siguiente sueño es conseguir una medalla olímpica en los Juegos Paralímpicos de París 2024.
Martín tiene a su disposición un Toyota Corolla Touring Sports Hybrid como embajador del Equipo Toyota.
Carolina empezó a practicar bádminton como hobby con solo 8 años, cuando se apuntó con una amiga para jugar a este deporte, que entonces era tan poco conocido en España. A los 14 años se trasladó a Madrid para centrarse en el bádminton y empezó a plantearse seriamente la posibilidad de ser jugadora profesional.
Los éxitos avalan su carrera deportiva. Se ha convertido en la primera jugadora en conquistar tres mundiales de bádminton, logró colgarse la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río 2016 y se ha coronado cuatro veces campeona continental.
El trabajo duro, el esfuerzo y la constancia son los pilares básicos para mantenerse en lo más alto de la élite mundial del bádminton. Su deseo es convertirse en la mejor jugadora de todos los tiempos, un reto que afronta con ilusión.
El mérito de Carolina va más allá de las pistas de bádminton, ya que ha conseguido dar a conocer este deporte en España. A nivel internacional, se ha convertido en un fenómeno de masas, especialmente en Asia, donde esta disciplina es muy popular.
Carolina conduce un RAV4 Hybrid como embajadora del Equipo Toyota
La afición al deporte le viene de lejos a Eva. Desde pequeña le gustaba correr, nadar e ir en bicicleta junto a su hermano. Más tarde se aficionó al triatlón, hasta que en una carrera perdió el control de su bicicleta y se precipitó por un barranco de siete metros de altura. A causa de esa caída, con 31 años los médicos le comunicaron que no podría volver a caminar.
Durante su estancia en el hospital ya tenía claro que no quería quedarse quieta y, poco después de conseguir el alta, se alzó con el primer puesto en el Campeonato de España de Handbike. Desde entonces, no ha dejado de superarse. En la actualidad, es la vigente campeona de España y de Europa en triatlón paralímpico, habiendo ganado también en 2018 el Campeonato de España de Ciclismo Adaptado en ruta y de Ciclismo Adaptado cronometrado.
La adaptación a su nueva vida ha sido rápida gracias a su coraje y determinación y el triatlón le ha permitido cumplir su sueño de dedicarse profesionalmente al deporte. Y lo afronta con la misma ilusión con la que decidió volver a practicar su deporte preferido, el triatlón.
Eva, como embajadora del Equipo Toyota, conduce una Toyota Proace, donde caben perfectamente su handbike y su silla de atletismo.
Niko llegó a España con 14 años y, cuando aún no dominaba el idioma de forma fluida, buscó un gimnasio en el que poder seguir entrenando judo, un deporte que ya practicaba, junto al waterpolo, en su Georgia natal. En ese momento, decidió dejar la piscina a un lado y centrarse en cuerpo y alma a este arte marcial.
Su camino en el mundo de la competición no ha sido fácil, ya que tuvo que dejar de competir durante dos años hasta que consiguió la nacionalidad española. El apoyo de su familia y de su entrenador ha sido clave para sobreponerse a las distintas adversidades a las que se ha enfrentado.
Todo el esfuerzo ha merecido la pena ya que se ha convertido en el primer judoca español de la historia en conseguir una medalla de oro en el Campeonato mundial masculino de Judo 2018. En el mismo año, logró colgarse la medalla de bronce en el Campeonato Europeo.
Su objetivo es estar en lo más alto del podio en los Juegos Olímpicos de París 2024. Reconoce que aún le queda mucho trabajo por delante, pero el talento, las ganas y la motivación no le faltan para conseguirlo.
Niko se traslada a sus competiciones y entrenamientos conduciendo un RAV4 Hybrid como embajador del Equipo Toyota.
Ray Zapata llegó a Lanzarote desde República Dominicana a la edad de 9 años. A los 11, comenzó a practicar gimnasia artística y tal fue su talento, que con 17 se mudó a Barcelona para ser entrenado por el dos veces campeón olímpico Gervasio Deferr y Víctor Cano, en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de San Cugat.
En 2013 comenzó a entrenar con el equipo nacional en el CAR de Madrid, de manera que en 2014 obtuvo el bronce en la Copa del Mundo de Cottbus. A partir de ese momento los logros no dejaron de llegar. En 2015 se proclamó campeón de ejercicio de suelo de los Baku European Games, y en octubre de ese mismo año, consiguió también su primera medalla mundial en el Campeonato del Mundo de Gimnasia Artística celebrado en Glasgow.<
En noviembre de 2016, tras haber participado en los Juegos Olímpicos de Río, logró la plata del ejercicio de suelo en la Copa del Mundo de Cottbus. Fue entonces cuando Ray dio nombre a un tipo de salto de suelo, Zapata.
En su segunda participación en los Juegos Olímpicos, en Tokio 2020, el objetivo de Ray estaba claro. Conseguir su primera medalla olímpica. Tras llegar a la final de su categoría, obtuvo la misma puntuación que el ganador del evento, el israelí Artem Dolgopiat, obteniendo finalmente la medalla de plata.
Regresó a casa con esta medalla para dársela a su hija pequeña Olympia, pero con una gran meta en mente: el oro olímpico en Paris 2024.
Ray conduce un Toyota RAV4 Hybrid.
Desirée es atleta Paralímpica de salto de longitud. Con 16 años, mientras practicaba gimnasia acrobática, una mala caída en la cama elástica conllevó una ruptura de su tibia y peroné. Esta lesión obstruyó una arteria, impidiendo que la sangre circulara por su pierna derecha. La consecuencia fue la amputación.
Tuvo que dejar de practicar el deporte que amaba y comenzó su recuperación a nivel físico y psicológico, con el reto de tener que aprender a caminar de nuevo.
Como su lema indica, “Lo único incurable son las ganas de vivir”, y gracias a su determinación y a todos los profesionales, familia y amigos que la acompañaron durante su recuperación, Desirée consiguió superar ese reto.
Campeona de España Absoluta entre 2018 y 2023 consecutivamente, ahora se enfrenta a su siguiente desafío: competir en sus segundos juegos paralímpicos en París 2024.
Desirée conduce un Toyota Yaris Cross Hybrid.