Biografía de Carolina Marín
Comenzó a practicar bádminton como hobby cuando tenía ocho años junto a una amiga. Desde el momento que cogió la raqueta nació un vínculo inquebrantable. Su amor hacia este deporte le hizo abandonar el flamenco, su otra pasión, y trasladarse a Madrid con solo 14 años. Una niña enfrentándose a un mundo adulto, un mundo que la veía como una futura ganadora y que tenía grandes expectativas en ella.
El talento no es lo único que hace sobresalir a un deportista; su entereza mental es un factor determinante a la hora de conocer el éxito. Carolina, a pesar de su corta edad, logró superar el miedo a fallar, y le permitió lanzarse hacia sus sueños, sus imposibles.
El éxito llegó muy pronto, y le ha acompañado a lo largo de su carrera: medalla de oro Olímpica en Río 2016, tres mundiales y cuatro campeonatos europeos, logrando derrumbar la barrera asiática, donde el bádminton es uno de los deportes más extendidos.
Carolina Marín tiene la vista puesta a los Juegos Olímpicos de París 2024. Su meta no es llevarse el oro, su ambición es más grande: quiere convertirse en la mejor jugadora de bádminton de todos los tiempos.