La aventura está en los pequeños detalles. Una escapada de fin de semana, descubrir nuevos caminos o abandonar la carretera con la certeza de que nunca te quedarás atascado. Estas sensaciones son las que transmite un Toyota híbrido con tracción a las cuatro ruedas. Y es que un coche híbrido no condiciona la configuración del sistema de tracción, más bien lo reinventa.
En Toyota puedes tenerlo todo: un híbrido eficiente que te ayude a ahorrar combustible y a pagar menos en los gastos de mantenimiento, al mismo tiempo que disfrutas de un vehículo versátil y polivalente, tanto dentro como fuera del asfalto.
¿Los híbridos pueden tener tracción total?
¿Los híbridos pueden tener tracción a las cuatro ruedas?
Un coche híbrido puede estar dotado de un sistema de tracción total, aunque el sistema que tradicionalmente conocemos en los vehículos con motor térmico, se ve reconfigurado cuando se trata de un híbrido. Generalmente, un coche con tracción a las cuatro ruedas está equipado con, al menos, un diferencial y un árbol de transmisión que envía la potencia desde el motor delantero al eje posterior.
En un Toyota híbrido con tracción a las cuatro ruedas, el sistema ha sido reinventado para ofrecer una solución inteligente que sea capaz de conservar las características de un sistema de propulsión eficiente sin renunciar a un extra de tracción y agarre que puede ofrecer el tren posterior de un vehículo.
Un híbrido está equipado con un motor térmico, una batería y dos motores eléctricos que normalmente envían toda la potencia generada, ya sea del motor de gasolina, del motor eléctrico o de ambos al mismo tiempo, directamente a través de la caja de cambios al eje delantero. Al añadir este segundo motor eléctrico, se puede enviar también potencia y, por consiguiente, movimiento a las ruedas traseras.
En modelos como el Toyota RAV4 Hybrid 4x4 y el Toyota Prius AWD-i, el sistema de propulsión híbrido está compuesto por dos motores eléctricos, un propulsor térmico y una batería de níquel e hidruro de metal. El segundo motor actúa directamente sobre las ruedas traseras, con una potencia de 54 CV en el RAV4 Hybrid y de 7 CV en el Prius AWD-i.
El segundo motor puede funcionar a velocidades de hasta 70 km/h, otorgando mayor tracción y agarre en ocasiones determinadas. El motor eléctrico montado sobre las ruedas traseras puede recibir hasta un 30 por ciento del par, disponiendo así de una buena base para arrancar sobre superficies desiguales o resbaladizas.
Mayor tracción sin comprometer el consumo
Un Toyota híbrido con tracción total ha sido diseñado para preservar la eficiencia que caracteriza a su sistema de propulsión. Al añadir un segundo motor eléctrico al conjunto, no se compromete el ahorro de combustible, ni las emisiones o el ahorro en el mantenimiento.
De este modo, un modelo híbrido de Toyota puede seguir circulando en modo totalmente eléctrico mientras su motor térmico se encuentra apagado, lo que contribuye a reducir el consumo y las emisiones de partículas contaminantes a la atmósfera.
Al mismo tiempo, conserva la etiqueta ambienta ECO de la Dirección General de Tráfico, con los diferentes beneficios que conlleva: exención del pago del Impuesto de Matriculación, reducción en el pago del Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica o Impuesto de Circulación, acceso al centro de las ciudades donde se restringe el tráfico por episodios de alta contaminación, o aparcar en zonas controladas con reducción de las tasas.
En Toyota queremos que puedas disfrutar de estos beneficios con la tranquilidad de saber que tu coche híbrido está equipado con un inteligente sistema de tracción a las cuatro ruedas, que te asegurará la máxima tracción en situaciones de poco agarre o con inclemencias meteorológica adversas.
¿Y si te animas a probar un Toyota híbrido con tracción 4x4?
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