Como uno de los principales fabricantes de automóviles del mundo, nos tomamos muy en serio nuestra responsabilidad de ayudar a proteger el medio ambiente. Eso significa crear vehículos que tengan el mínimo impacto en la naturaleza. No se trata solo de las prestaciones al circular por carretera; igual de importante es buscar formas más limpias y sostenibles de fabricar vehículos y deshacerse de ellos al final de su vida útil.
Llevamos décadas investigando cómo crear vehículos más respetuosos con el medio ambiente, desarrollando tecnologías como la híbrida, que ya ha demostrado su valor para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y acercarnos cada vez más hacia una sociedad baja en carbono. Seguimos avanzando en esa dirección y queremos reducir las emisiones de CO2 de nuestros vehículos en un 90 % para 2050, en comparación con el nivel de 2010.
Sin embargo, no se trata únicamente de reducir el CO2. Compartimos las inquietudes de gobiernos y consumidores de todo el mundo en torno a la importancia de la calidad del aire, y seguimos invirtiendo en buscar formas de reducir las emisiones de los automóviles que afectan directamente a la salud de las personas, como los óxidos de nitrógeno (NOx) y las partículas (PM), en el marco de nuestra visión de 360 grados de diseño e innovación tecnológica.
