7 mitos sobre el ahorro de combustible

Diferencia mito de realidad sobre el ahorro de combustible
En muchas ocasiones, el afán por tratar de ahorrar combustible en cada kilómetro que recorremos nos lleva a creernos algunos falsos mitos al respecto que, en realidad, pueden causar averías graves en nuestro vehículo. Atento a estas falsas creencias que circulan por Internet o que probablemente habrás escuchado a algún conocido.

Ante el imparable incremento de los precios de los carburantes que sufrimos todos los usuarios de la carretera, en muchas ocasiones removemos cielo y tierra para averiguar cómo podemos ahorrar en combustible.

Llevar a cabo una conducción eficiente tiene muchos beneficios, tanto en términos de ahorro de combustible como de mantenimiento, pero hemos de tener cuidado, porque hacer caso de algunos mitos al respecto, lejos de ahorraros unos euros, puede llevarnos a sufrir una avería grave.

La realidad es que una conducción eficiente no es más que una conducción lógica, normal y tranquila, así que hoy vamos a desmentir 7 mitos sobre el ahorro de combustible para que no sufras averías causadas por malas prácticas al volante.

  • Los mitos sobre cómo ahorrar combustible pueden provocar averías
  • Una correcta conducción eficiente te ayudará a ahorrar combustible

Los 7 mitos sobre el ahorro de combustible

1. Ir siempre en la marcha más larga: existe una falsa creencia que señala que es aconsejable circular siempre en la marcha más larga, pero llevar el motor poco revolucionado y tener que pisar el acelerador a fondo para que el coche responda, en realidad, implica un mayor consumo de combustible. 

Circular a un régimen demasiado bajo (o demasiado alto) puede causarnos averías graves, como la rotura de la junta de culata. El régimen más adecuado es el segmento de revoluciones que coincide con el máximo del par motor indicado por el fabricante.

2. Poner punto muerto en las bajadas: esto, además de un mito, es muy peligroso. Los coches actuales cuentan con dispositivos que cortan la inyección cuando no pisamos el acelerador, aunque llevemos una marcha engranada, con lo cual no gastan combustible. Si ponemos el punto muerto en una pendiente, vamos a gastar mucho más los frenos y vamos a poner en peligro nuestra propia vida al carecer de control sobre el vehículo.

3. Bajar las ventanillas en lugar de usar el aire acondicionado: más que de un mito hablamos de una verdad a medias. A baja velocidad, como cuando circulamos en ciudad, es cierto que podemos reducir mínimamente el consumo, pero a altas velocidades (en autopista) el hecho de bajar las ventanillas y empeorar la aerodinámica del coche no nos ayuda lo más mínimo a ahorrar combustible (aparte del incómodo ruido que genera). 

En cualquier caso, has de ser consciente de que hablamos de un ahorro de apenas unas décimas de litro, ¿realmente merece la pena sacrificar el confort por ese ahorro?

4. Lo mejor es vaciar el depósito y rellenar con pocos litros: la realidad es que cuanto más vacío está el depósito, más fácil se evapora el combustible, por lo tanto, se consume antes. 

Lo mejor es siempre tener el máximo de combustible y rellenar sin esperar a que el depósito se quede seco, ya que un nivel inadecuado de combustible acelerará la aparición de averías en algunos componentes como los inyectores o la bomba.

5. Precalentar el motor antes de salir: hace décadas que esta práctica dejó de tener sentido y, en la actualidad, esperar unos minutos con el coche encendido solo hará que desperdicies combustible. Los modernos sistemas de arranque ya han superado este mito y permiten que el coche esté rodando al segundo de ser arrancado.

6. Los aditivos ayudan a que el combustible dure más: olvídate de los milagros, los líquidos adicionales o gadgets que venden para incrementar la duración del combustible que echamos en el depósito. No solo no cumplen con lo que prometen, sino que además pueden ser peligrosos para la mecánica de nuestro coche.

7. El combustible caro es más efectivo: si bien es cierto que los carburantes premium prolongan la vida de ciertos componentes del motor, se gastan igual de rápido que los combustibles más asequibles (esto es extrapolable a los carburantes de las gasolineras low cost). 

Por ejemplo, el octanaje elevado de la gasolina no tiene un impacto real en el consumo del coche, dependerá del modelo de coche que tengas, pero no nos hace ahorrar combustible a corto plazo.

Aunque sin duda, el mejor consejo para ahorrar combustible es hacerte con un híbrido. Maximizarás el consumo de combustible gracias a la eficiencia del motor eléctrico y a la batería autorrecargable, que se carga mediante la energía del frenado, siempre mientras conduces. Conseguirás un importante ahorro en gasolina y dispondrás de etiqueta ECO, que te permitirá acceder al centro de las ciudades y a las zonas de bajas emisiones, presente actualmente y en el futuro en núcleos urbanos de más de 50.000 habitantes.

Aparte del ahorro en combustible, con un híbrido Toyota también ahorrarás en mantenimiento, ya que prescinde de algunas piezas de desgaste como el alternador, el motor de arranque, la cadena de distribución o la caja de cambios manual. Todos los híbridos Toyota son automáticos.

Y si lo que quieres es dar un salto más allá, también dispones de híbridos enchufables como el nuevo Toyota C-HR Plug-in con hasta 66 kilómetros de autonomía en modo 100% y de eléctricos puros como el Toyota bZ4X con más de 500 kilómetros de autonomía. Nuestra apuesta por la multi tecnología nos ha conducido a ser líderes en venta de vehículos electrificados

Ahora que ya sabes cómo practicar una conducción eficiente de la forma correcta, que no te engañen con falsos mitos acerca de cómo ahorrar combustible, ¡evita averías!