Trucos para limpiar las manchas de la tapicería

Casi siempre funcionan y, para cuando no, también tenemos solución
Refrescos, restos de comida, el café de camino al trabajo, las manos del pequeño llenas de acuarela, barro… Sí, usar el coche también supone exponerse a todo este tipo de manchas en la tapicería. A continuación te presentamos algunos trucos de limpieza caseros que seguramente te ayudarán a limpiar estos restos en tu tapicería.

En el coche realizamos tantas actividades como número de posibilidades de mancharlo. Así que ahí el primer consejo y/o advertencia: trata de actuar con rapidez.

Dicho esto, tu primer paso casero ha de ser el más sencillo y recurrido: hazte con una toallita húmeda, o con un trapo o trocito de papel y mójalo (si puedes añadirle un poquito de jabón, mejor). Luego frota suavemente, con algo más de ahínco si lo consideras necesario.

¿No sale? No te preocupes, no todas las manchas son iguales, así que no todos los remedios son los mismos. Ni rápidos. Vamos a ello, por partes o tipos de manchas:

- Café: es una mancha de tapicería muy común, porque ¿quién no ha ido del camino al trabajo con un café que nos haga despegar los ojos? Lo dicho: si el trapo/papel/toallita húmedos no ha sido suficiente, aplica en esa zona ya húmeda un poquito de limpiacristales, déjale actuar unos breves minutos y luego sécalo.

- Barro: otro mítico, ¿cómo no? Es imposible evitarlo en algo tan simple como un día de lluvia. No te agobies: lo primero que tienes que hacer es, si está mojado, dejarlo secar. Luego, con un cepillo seco, retira todos esos restos que se quedan endurecidos, así quitamos lo más “gordo”. Justo después le aplicamos algo humedecido en agua, bien sea el propio cepillo o la toallita/trapo.

  • Comida rápida, café, papilla… todos nos la hemos jugado
  • Adiós a las temidas manchas de la tapicería

Chicle: ¡otra mancha de las más temidas! Pero retirar a ese maldito es fácil: coge un cubito de hielo y aplícaselo hasta endurecerlo; luego, con tranquilidad y mucho cuidado, raspa con algo fino y duro, como una espátula, para retirarlo.

Chocolate: ¿el que se queda en los deditos del “peque” tras zambullirse un dulce? Pues ese. Primero cepilla la mancha y después aplícale con un trapo humedecido en agua caliente, ¡pero sin frotar! Si quieres, y sobre todo si ves que no sale bien, ponle un poquito de limpiacristales, y ahora sí frota suavemente. Si una vez secado es necesario, pásale de nuevo el cepillo seco para acabar con los restos.

Maquillaje: la belleza tiene sus riesgos. Dale toquecitos a la mancha de tapicería con un paño empapado en agua caliente, sin frotar; en caso de no ser suficiente, mezcla una muy pequeña cantidad de alcohol, detergente para prendas delicadas y agua caliente. Hay quien usa el mismo líquido desmaquillante, y también funciona. Pero en este caso hay que extremar las precauciones y aplica muy de poco en poco, suavemente, ya que puede dañar la tapicería.

Sangre: no son las más habituales, cierto, pero para el día que te topes con ella: es muy importante no utilizar agua caliente, lo que haría que la mancha se fijara, sino cubrir la mancha lo antes posible con espuma seca, mezclada con un detergente suave o jabón neutro, frotando o dando toquecitos suaves. Dejar secar y después cepilla (¡con cuidado!).

Grasa o aceite: esta sí que es de las más temidas y, por desgracia, de las más difíciles de deshacer por completo. Si bien no existe un remedio casero 100% efectivo, prueba mezclando agua con un poco de desengrasante. En caso de necesitar ir un poco más allá, frota disolvente de pintura con un paño de algodón 100%. Luego, cubre la mancha con sal o con harina de maíz, deja reposar y finalmente aspira todo.

Vómitos: es ácido, así que aquí lo más importante es actuar inmediatamente (o en cuanto puedas). Primero, retira los restos (estamos de acuerdo: no es NADA agradable), y justo después mezcla desinfectante, limpiador multiusos y abundante agua; frota la zona con una esponja y a continuación dale de nuevo solo con el limpiador.

¿Necesitas más ayuda y no tan casera? Sigues estando de suerte, porque también tenemos la solución en este artículo. Estos son los mejores productos para el cuidado del interior de tu coche:

  • Limpiador de tapicería: una espuma de acción rápida para los asientos y la tapicería interior. 
  • Limpiador y acondicionador del cuero: restaura el cuero y reduce la sequedad y las grietas. 
  • Spray para la cabina: para el salpicadero, las molduras de las puertas, las alfombrillas de goma y otras superficies de vinilo o de plástico.

Ahora que ya sabes que hay remedio para casi todo… ¡Relájate y disfruta del viaje en tu Toyota!