En 1989, en el Salón del Automóvil de Tokio, Toyota presentó un nuevo prototipo al mundo, y ese día nació el Vehículo Activo Recreativo con tracción a las cuatro ruedas.
Por suerte, lo conocemos y lo disfrutamos como el Toyota RAV4.
En 1989, en el Salón del Automóvil de Tokio, Toyota presentó un nuevo prototipo al mundo, y ese día nació el Vehículo Activo Recreativo con tracción a las cuatro ruedas.
Por suerte, lo conocemos y lo disfrutamos como el Toyota RAV4.
Antes de su lanzamiento, la gente parecía conforme con las opciones de que disponían para su próximo vehículo. Podía ser un familiar o un cinco puertas compacto, o si necesitaban un vehículo más todoterreno, podían escoger entre varios grandes 4x4.
En cuanto salió al mercado el RAV4, en mayo de 1994, el público dispuso al instante de otra opción, ya que de la noche a la mañana Toyota había creado nada menos que un segmento del que nadie había oído hablar antes, el de los todocaminos mixtos compactos.
A partir de entonces, podías disfrutar de lo mejor de ambos mundos. Un práctico vehículo con cuatro cómodas plazas, fabricado con una carrocería monocasco de tipo turismo y con el manejo dinámico de un buen coche de carretera. Sin embargo, si el terreno o las condiciones meteorológicas se ponían feos, tenías la tranquilidad de una posición elevada y la capacidad y la distancia al suelo de un gran 4x4.
Fue un éxito inmediato. A la gente le encantó la imagen y la sensación al volante del RAV4. Con un estilo inconfundible que incorporaba unas resistentes molduras protectoras de goma y un potente motor de 2 litros y 16 válvulas, que podía acelerar con el mismo descaro que un veloz compacto, Toyota pronto tuvo que duplicar la previsión de producción para poder cubrir la demanda.
Ofrecido inicialmente con una carrocería de dos puertas, la gama pronto creció y dos años después (1996) incorporó una versión de cuatro puertas con el mismo motor de 2 litros y la opción de un transmisión manual de cinco velocidades o automática de cuatro velocidades.
Coincidiendo con una somera renovación de la gama llegó en 1998 el primer y único RAV4 descapotable. Dirigido a quienes adoran conducir con el pelo al viento, la versión descapotable resultó ser una incorporación curiosa a la gama, aunque efímera, ya que no se repitió cuando la espera nueva generación entró en escena.
En el año 2000, la segunda generación del RAV4 se encontró con un segmento de mercado mucho más concurrido. Otros fabricantes habían sido testigos del éxito internacional del RAV4 y copiaron el formato.
El nuevo modelo aceptó el reto con la incorporación de un 70 % de componentes exclusivos del RAV4, engranados en una carrocería más amplia y rígida, con la que la calidad de marcha y los niveles de ruido mejoraron aún más.
Para revalidar el éxito en un segmento que era muy competitivo, el RAV4 se actualizó aún más en 2006 con la tercera generación, un modelo más maduro.
Como con la generación anterior, la mayor rigidez de la carrocería atenuaba aún más el ruido y las vibraciones, pero el cambio más notable era la adopción de un sistema parcial de tracción a las cuatro ruedas.
Así, se combinaban por primera vez en el segmento los sistemas de tracción y estabilidad en uno, dejando atrás la tracción permanente a las cuatro ruedas en favor de un menor nivel de consumo y emisiones.
Tras el éxito del que gozó el RAV4 de “primera generación” totalmente eléctrico lanzado en California en 1997, una colaboración entre Tesla Motors y el Centro Técnico de Toyota en Michigan, en 2010, recuperó y actualizó la propuesta del RAV4 eléctrico (aunque también únicamente en EE. UU.).
En cumplimiento con el estricto programa de cero emisiones de California y vendido principalmente a empresas de leasing, la nueva empresa conjunta produjo un RAV4 equipado con una moderna batería de ión de litio, un motor eléctrico de 154 CV y una autonomía de 180 km; toda una proeza técnica en aquel momento.
Con el lanzamiento de la cuarta generación del modelo en la primavera de 2013, el RAV4 maduraba elegantemente con su tiempo.
El nuevo diseño exterior no deja duda de que sigue siendo un RAV4, pero ahora es más esbelto y más refinado, sin perder en absoluto el espíritu de llegar a cualquier sitio del original.
El mismo ADN inquieto de aquel innovador primer modelo sigue poniéndose de manifiesto al conducirlo, ya sea en trayectos urbanos o por caminos no asfaltados; el nuevo RAV4 lleva el placer de la conducción en el corazón.
Con la incorporación de un nuevo diseño premium junto con avanzados sistemas de asistencia al conductor, como el Sistema integrado de conducción dinámica, que adapta perfectamente la dirección y la suspensión a la vía por la que conduce, el suntuoso interior del RAV4 y su equilibrada calidad de marcha te hacen sentir como si estuvieras al volante de un vehículo de una franja de precio superior.
Hace más de 20 años, el RAV4 cambió la forma en que la gente percibía los vehículos de uso cotidiano. De pronto, ofrecía a los conductores la libertad y la flexibilidad que entonces solo se encontraba en vehículos mucho más grandes, pesados y caros. Ya no se trataba de escoger entre un práctico familiar, un compacto flexible o un fiable 4x4; era sencillamente un RAV4.
El todocamino original para llegar a cualquier sitio…