Componentes de un coche 100% eléctrico
¿Sabías que los coches eléctricos son mecánicamente mucho más sencillos que los vehículos de combustión interna? Quizá desconocías este dato, pero lo cierto es que las partes principales de un coche eléctrico apenas llegan a los ocho componentes.
¡Acompáñanos por las entrañas de un vehículo eléctrico!
¿Qué es un coche eléctrico?
Los coches eléctricos son aquellos que cuentan con uno o varios motores eléctricos para desplazarse y una batería que almacena la electricidad. Todos los coches eléctricos se benefician del distintivo ambiental cero de la DGT, pero existen diversos tipos de vehículos en función de cómo obtienen la energía eléctrica:
- BEV o Vehículo Eléctrico de Batería: se conectan a la red eléctrica para conseguir la energía que alimenta a la batería. Disponen de gran autonomía en modo 100% eléctrico.
- E-REV o Vehículo Eléctrico de Autonomía Extendida: la batería se recarga conectando el coche a la red eléctrica, pero un pequeño motor térmico la alimenta si la carga baja demasiado. Actualmente no se vende ningún modelo en España.
- FCEV o Vehículo Eléctrico de Pila de Combustible: el hidrógeno es la fuente de energía. La pila de combustible transforma el hidrógeno en energía eléctrica. Esta se almacena en una batería y mueve el motor eléctrico. Por tanto, no hace falta ser enchufado a la red eléctrica.
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Los coches eléctricos suelen tener una sola marcha para desplazarse.
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Hay menos componentes en un coche eléctrico que en un vehículo de combustión.
El nuevo Toyota bZ4X es el mejor ejemplo de coche eléctrico de batería. Nuestro nuevo SUV eléctrico te ofrece hasta 516 kilómetros de autonomía gracias a su batería de iones de litio con 71,4 kWh de capacidad. Puedes elegirlo en dos versiones: 4x2 con 204 CV de potencia o 4x4 con una potencia de 218 CV.
Componentes de un coche eléctrico
Nos vamos a sumergir en las entrañas de un vehículo eléctrico de batería para descubrir todos los componentes de un coche eléctrico.
1. Motor eléctrico / generador
En primer lugar, tenemos al corazón de nuestro coche eléctrico. Se encarga de convertir la energía eléctrica procedente de la red en movimiento, accionando de esta forma las ruedas.
Motores eléctricos de corriente alterna trabajan con corriente alterna. Son fáciles de usar y de instalar, así que son los más habituales en coches eléctricos. Los hay de dos tipos: síncronos (imanes permanentes, reluctancia conmutada…) y asíncronos o de inducción.
2. Batería de tracción
Se encarga de almacenar la energía eléctrica suministrada de la red a través de la toma de corriente. Esta energía se emplea para mover el vehículo.
La capacidad de las baterías se mide en kWh. Su tamaño determina diversos aspectos clave de un coche eléctrico, como la autonomía o el peso.
3. Batería auxiliar
Es la batería tradicional de 12V que siempre se ha utilizado en los vehículos de combustión interna y en los híbridos de Toyota.
Suministra electricidad a los sistemas auxiliares y al vehículo antes de que se accione la batería de tracción.
4. Convertidor de corriente
También se le denomina inversor, ya que se encarga de convertir la energía de corriente continua de menor voltaje de la batería de tracción en energía de corriente continua de mayor voltaje para el motor eléctrico.
5. Cargador de a bordo
Es el elemento clave para recargar la batería de tracción en una toma doméstica. Se encarga de convertir la corriente alterna de entrada en la corriente continua que necesita el paquete de baterías.
6. Transmisión
Los motores eléctricos entregan todo el par motor al instante en cualquier momento. De esta forma, la mayoría de los coches eléctricos solo tienen una marcha.
7. Toma de carga
Gracias a ella podemos conectar nuestro coche eléctrico a un punto de recarga, ya sea un enchufe doméstico, un Wallbox o un cargador público.
Los vehículos eléctricos pueden contar con varias opciones de recarga (corriente alterna monofásica, corriente continua trifásica, entre otros), que dependen del tipo de cargador usado.
8. Módulo electrónico
Por último, tenemos el puesto de mando donde se gestiona el funcionamiento de todo el motor eléctrico. Se encarga de recibir las órdenes del conductor, procesarlas y controlar la velocidad, el par y la dirección del motor.
En esencia, controla el flujo de energía entre el paquete de baterías y el motor. Un vehículo eléctrico cuenta con más de 100 centralitas que trabajan a las órdenes de una centralita principal.
¿Sorprendido por la sencillez de los coches eléctricos? Menos componentes mecánicos se traducen en menos visitas al taller y, por lo tanto, menos mantenimientos. ¡Tu tiempo y tu bolsillo te lo agradecerán! Ya solo falta que te pongas al volante y empieces a disfrutar de todas sus ventajas.